Desarrollo y estimulación. Etapa de 3 a 6 meses.

Esta etapa es muy importante, ya que nuestro pequeño empieza a tener un mayor control de su cuerpo y sus reacciones ante los estímulos, además, ya es capaz de imitar conductas que le hace un adulto y de diferenciar a la madre.
A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre el desarrollo y estimulación de tu bebé en su etapa de 3 a 6 meses.
Desarrollo del bebé.
- A finales del tercer mes, el niño controla los movimientos de su cabeza y se apoya simultáneamente sobre los dos codos. Desaparecen los movimientos globales en masa.
- Hacia los 4 meses el niño se apoya indistintamente en cada codo estando boca abajo, lo que le permite liberar una mano para coger objetos.
- Al final del 6º mes aprenderá a darse la vuelta y a apoyarse sobre las dos manos.
- Sigue visualmente los desplazamientos rápidos de los objetos.
- Reacciona ante una parte visible de un objeto significativo como si viera todo el objeto.
- Imita conductas que ya sabe hacer cuando se las hace un adulto.
- Diferencia a la madre o cuidador principal de otras personas.

A partir de esta edad.
- Comienza a dirigir sus movimientos hacia un objeto; primero si se le presenta lateralmente y luego dirigiendo sus manos hacia la línea media.
- Comienza a jugar contigo a buscar objetos parcialmente ocultos.
- Participa en juegos sociales (sonrisas, gorgojeos).
- Empieza a interesarse por las personas y los objetos.
Cómo estimularlo.
- El objetivo fundamental debe ser el desarrollo del interés del niño por los objetos y las personas:
- Proporciónale objetos diversos, de distintos tamaños y texturas (muñecos de goma, aros o anillas de plástico, sonajeros, cubos de plástico grandes, medianos), colocándolos a distancia diferentes respecto a su cuerpo.
- Favorece que el niño agarre, golpee, agite, tire objetos, con una o con ambas manos.
- Proporciónale móviles sobre la cuna que pueda tocar, preferentemente con música, para estimular las capacidades perceptivas y su coordinación.
- Inicia juegos interactivos, como el “aserrín-aserrán” o “el caballito”, haciéndole trota, balanceándolo lateralmente, tapándolo con una toalla pequeña o paño para que él se destape (cu-cú)…
- Incorpora al niño poco a poco, sentándolo sobre tus rodillas o en una hamaquita o silla adecuada (trona), para que pueda inspeccionar el ambiente e interactuar con los objetos.
- Baña al niño sin prisas, disfrutando de la situación; aprovecha para incorporar objetos en el agua, como juguetes de goma y después masajear su cuerpo al secarlo y vestirlo.
- Es normal que el niño chupe todo aquello que coja. Llevando las precauciones necesarias, no impidas estas conductas.
- Conviene que establezcas los horarios de sueño y alimentación del niño y que los respetes para que se vayan regulando las rutinas.

Nieves Sánchez Navalón: Psicopedagoga, graduada en Magisterio Educación Infantil, Máster Europeoen Autismo e Intervención Psicoeducativa y Posgrado en Atención Temprana. Intervención y tratamiento en Tea (Equipo Deletrea).